domingo, 18 de diciembre de 2016

La Guerra de Crimea (1853-1856)



Empezaré hablando sobre dónde está Crimea y su situación actual. Crimea es una península del este de Europa, ubicada en la costa septentrional del mar Negro. Tiene una superficie de 27 000 km². Políticamente, Crimea es en la actualidad un territorio disputado entre Rusia y Ucrania. Rusia tiene una fuerte herencia histórica; el Imperio ruso conquistó la península en 1774 en la guerra turco-rusa. En la era soviética, la administración de la península pasó de la RSFS de Rusia a la RSS de Ucrania y, tras la disolución de la Unión, permaneció en la Ucrania postsoviética, estableciéndose una república autónoma en la península, administrada directamente por el gobierno central ucraniano. En marzo de 2014, tras una crisis y la intervención militar rusa, la península se incorporó a Rusia como sujeto federal.

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La guerra de Crimea fue un conflicto bélico entre Rusia y los Otomanos con Francia e Inglaterra. Tuvo lugar entre 1.853 y 1.856, para intentar frenar el avance de Rusia. Esta fue la primera guerra moderna en la que en el frente de batalla a parte de soldados, también habían enfermeros, periodistas, fotógrafos que comunicaban a escala mundial el transcurso de la guerra.

Los motivos principales por los que surgió la guerra de Crimea fueron económicos; el acceso marítimo de Rusia al mediterráneo por el estrecho de los Dardanelos era de primordial prioridad para Rusia. Este pequeño canal que comunica el Mar Negro con el Mediterráneo, ha sido a lo largo de la historia causa de diversos conflictos ya que su importancia estratégica es enorme, como en muchos conflictos en la historia de la humanidad, la guerra de Crimea tenía también motivos religiosos. Francia era protector de los cristianos católicos en el Imperio Otomano. Rusia por su parte defendía los intereses de la Iglesia Ortodoxa, esto provoca varios conflictos por los santos lugares en Palestina.

El sultán se puso a favor de los intereses católicos, provocando la ira del zar y la invasión rusa de varias zonas de influencia otomana en Moldavia y Valaquia. Esto provocó el comienzo de la guerra, Francia e Inglaterra enviaron sus flotas al estrecho del Bósforo e intentaron una solución diplomática. Las negociaciones no dieron sus frutos ya que la guerra había empezado.

Francia, Inglaterra y el reino otomano declararon la guerra a Rusia enviando tropas a Gallipoli para recuperar los territorios perdidos por los turcos. Consiguen un avance exitoso hasta la actual Bulgaria

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Mapa de la contienda. Original aquí
A finales de 1854, se da la famosa batalla de Balaclava, donde la carga de brigada ligera se hizo famosa en todo el mundo, aunque con un sangriento resultado. Unos pocos días después, los aliados cerraron el cerco sobre Sebastopol dando lugar a un largo asedio. El 5 de noviembre se libró la decisiva batalla de Inkerman, donde las tropas rusas intentaron romper el cerco de Sebastopol. Fue una violenta batalla a golpe de bayoneta que terminó con una grave derrota rusa.

Sebastopol finalmente cayó en manos de Francia e Inglaterra el 9 de septiembre de 1855, habían pasado 11 largos meses de asedio. Poco después cae Kars y acaba la batalla en el mar de Azov. Todo esto supuso el final y Rusia se vio obligada a pedir la paz. El 30 de marzo de 1856 se firma el tratado de paz en París.

Consecuencias de la guerra: el número de muertos y heridos para la alianza otomana fue de 350.000 bajas, Rusia también pago un gran precio con más de 250.000 bajas. Además, tristemente se calcula que murieron alrededor de 750.000 civiles en esta contienda. El fin de la guerra supuso un cambio de poderes en toda Europa. Austria y Prusia acabaron su alianza con Rusia y el Imperio Otomano siguió sobreviviendo hasta la primera guerra mundial.

1 comentario:

  1. Interesante artículo. Lástima que en las guerras quienes más pierden son los civiles...

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