viernes, 6 de enero de 2017

Las grandes crisis financieras,¿cómo se originan las crisis?





Parece evidente que el sistema financiero y bancario ejerce un papel fundamental en la generación de desequilibrios. Cuando el crédito se ve afectado por una repentina caída de precios se puede producir un efecto pánico contagioso que desencadene en una crisis. Sin embargo la historia de las crisis financieras demuestra que hay otros factores que pueden acentuar o incluso provocar el desencadenamiento de estas. Son mecanismos diversos y complejos, en la mayoría de los casos interrelacionados que incluyen crisis cambiarias, crisis de deudas soberanas, hipotecarias, desequilibrios en los mercados de materias primas y energéticos..etc
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Por todo ello, las múltiples crisis económicas que se han ido sucediendo a lo largo de la historia, han ido alterando la forma en la que entendemos el funcionamiento del sistema financiero mundial y de las fórmulas más adecuadas para solucionar sus desajustes y desequilibrios.
Así, la crisis de 1873 impulsó el establecimiento del patrón oro como mecanismo de regulación y se abandonó después de la Gran Depresión de 1929. En los años treinta se entra en una etapa de agresivo nacionalismo económico, político y militar que desemboca en la Segunda Guerra Mundial.
Se inicia entonces el período de posguerra. Desde 1.944 se pone en marcha un plan para restablecer una regulación financiera global: el Sistema de Bretton Woods. Este es el período de prosperidad económica más largo que se conoce en la historia del capitalismo.
En los años setenta se dio fin a Bretton Woods y comenzó la liberalización de capitales. De nuevo y en un movimiento  pendular a lo largo de la historia nos encontramos con los  enfoques contradictorios: regulación vs. liberalización. En los ochenta, el proceso se desbordó y se generó una situación generalizada de endeudamiento tanto de países como del sistema bancario.
En definitiva, la herencia de las crisis recurrentes ha impuesto siempre políticas nacionales intervencionistas y antiglobalización, destinadas a reducir las deudas a la vez que a estimular la producción interna.
El repaso de las crisis recientes muestra la irrelevancia actual de las instituciones
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multilaterales y nacionales. El FMI, la Reserva Federal, los demás bancos centrales y las diversas instituciones de supervisión, no demostraron tener suficiente capacidad de regulación ni de detección de los desequilibrios. Después de los felices 90, donde prevaleció el paradigma de los mercados siempre eficientes, se evidencia esta situación con las burbujas bursátiles sin precedentes que se presentaron en 1990-2001 y 2003-2006
El actual colapso de los mercados financieros a nivel global nos ha obligado a preguntarnos sobre cómo la mayor parte de los responsables de bancos, instituciones financieras internacionales y economistas fracasaron en el diagnóstico de la crisis. Es necesario reflexionar sobre la idea de que hay que buscar mecanismos que permitan prever con anticipación los desequilibrios y la búsqueda de medidas que permitan paliarlos.

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